English: A couple of years ago, I performed in a small seaside town in Brazil called Jericoacoara. It’s unusual to have nights off on tours but for whatever reason, we had two nights off in this incredibly beautiful place. On the second night I noticed that the tide was extremely low- so low that you could walk what felt like a mile into the ocean. I ventured so far out (into where there had been water during the day) that night that the lights on the shore began to fade and I found myself in darkness- nothing but stars above and no sound other than the waves. I was profoundly moved by how miraculous and insignificant everything felt. As a nature lover, I always believed that planet earth is alive and that there is an inherent magical quality to life. But here I was looking up into a universe full of rocks and gases; inanimate objects that have been around floating and colliding, jumbled up for 13.8 billion years. It was both immensely spiritual and dead at the same time. It was a life-changing reflection into the mysterious, precious and brief existence we are in. “Marea Baja” is meant to reflect the walk from the lights of the town into the darkness of the ocean, and from there into the unknown. -Fabian Almazan
Español: Hace un par de años, tocamos en una pequeña ciudad costera de Brasil llamada Jericoacoara. Es inusual tener noches sin concierto en estas giras, pero por cualquier razón, tuvimos dos noches libres en este paraje increíblemente hermoso. Durante la segunda noche me di cuenta de que la marea estaba extremadamente baja, así que pude caminar lo que a mi juicio aparentaba ser una milla océano adentro. Me aventuré a adentrarme tanto esa noche que las luces de la orilla comenzaron a desvanecerse y me encontré en una oscuridad total, solo me acompañaban las estrellas en el cielo y el sonido de las olas. Me sentí profundamente conmovido por lo milagroso y - a la misma vez - insignificante que se sentía todo. Como amante de la naturaleza, siempre he creído que el planeta tierra está vivo y que hay una calidad mágica inherente a la vida. Pero aquí estaba mirando hacia un universo lleno de rocas y gases, objetos inanimados que han estado alrededor flotando y chocando uno contra el otro, mezclándose durante mas de13 mil millones de años. Era algo inmensamente espiritual pero inanimadamente muerto a la misma vez. La vida es misteriosa, delicada y breve. "Marea baja" comparte un paseo desde las luces de la ciudad hacia la oscuridad del océano, y de allí, hacia lo desconocido." -Fabian Almazan
Español: Hace un par de años, tocamos en una pequeña ciudad costera de Brasil llamada Jericoacoara. Es inusual tener noches sin concierto en estas giras, pero por cualquier razón, tuvimos dos noches libres en este paraje increíblemente hermoso. Durante la segunda noche me di cuenta de que la marea estaba extremadamente baja, así que pude caminar lo que a mi juicio aparentaba ser una milla océano adentro. Me aventuré a adentrarme tanto esa noche que las luces de la orilla comenzaron a desvanecerse y me encontré en una oscuridad total, solo me acompañaban las estrellas en el cielo y el sonido de las olas. Me sentí profundamente conmovido por lo milagroso y - a la misma vez - insignificante que se sentía todo. Como amante de la naturaleza, siempre he creído que el planeta tierra está vivo y que hay una calidad mágica inherente a la vida. Pero aquí estaba mirando hacia un universo lleno de rocas y gases, objetos inanimados que han estado alrededor flotando y chocando uno contra el otro, mezclándose durante mas de13 mil millones de años. Era algo inmensamente espiritual pero inanimadamente muerto a la misma vez. La vida es misteriosa, delicada y breve. "Marea baja" comparte un paseo desde las luces de la ciudad hacia la oscuridad del océano, y de allí, hacia lo desconocido." -Fabian Almazan